Se acabó el Primavera Club y además del indudable valor musical de su programación, cabe resaltar el éxito de una propuesta organizada en distintas salas que ha convertido Barcelona –especialmente su centro- en el foco de la mejor música en directo. Las ventajas: la oportunidad de ver un montón de formaciones en salas pequeñas por un módico precio. Las desventajas: podías quedarte sin ver a alguno de los grupos. Pero siendo realistas, es imposible ver todos los conciertos en cualquier festival, ya sea en sala pequeña o en un recinto inmenso. Por lo demás, el hecho de ir de sala a sala, de bar en bar, de concierto en concierto fue como recuperar un trozo de la intimidad de los primeros años en aquel Pueblo Español que vio crecer al Primavera Sound.
Y de todo lo visto, lo mejor:

Explosión de Health en Apolo

Kiss fue el regalo en forma de bis de Scout Niblett.

Entre el repertorio de Beach House, Used to be, su nuevo single
Cass McCombs durante su actuación del viernes
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